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En medio de una prolongada crisis hídrica, agricultores en Chile están recurriendo a una solución innovadora y sustentable: esteras de cabello humano para retener la humedad en sus cultivos y reducir el consumo de agua.

Esta técnica, desarrollada por la fundación Materia de Confianza Chile, está transformando la manera en que pequeños huertos enfrentan la falta de agua.

Las pequeñas esteras, elaboradas a partir de cabello reciclado y convertidas en láminas y discos de mulch compostable mediante tejido mecánico, reducen hasta un 71% la evaporación directa y permiten ahorrar un 48% de agua de riego, según la fundación.

Esta innovación ofrece una alternativa para las comunidades agrícolas de regiones áridas, como Antofagasta, donde el estrés hídrico es una constante.

“El cabello es muy interesante. Contiene nutrientes, nitrógeno, calcio, azufre y materia orgánica que se incorpora al suelo, lo que lo mejora y potencia el crecimiento de las plantas y la producción agrícola en al menos un 30%”, explicó Mattia Carenini, director ejecutivo de la fundación.

Resultados en el campo

María Salazar, una agricultora de limoneros en Taltal, a 900 kilómetros al norte de Santiago, destacó los beneficios de esta técnica en su producción:

“Las esteras de pelo benefician al sistema y al estrés hídrico que enfrentamos. Al proporcionar sombra, mantienen mucha humedad y evitan que los rayos del sol evaporen la poca agua que tenemos”, afirmó.

Este método no solo protege la humedad, sino que también enriquece la tierra a medida que el cabello se descompone, integrándose como materia orgánica al suelo.

Economía circular y sostenibilidad

La fundación Materia de Confianza Chile, creada en 2020, busca impulsar la conservación y regeneración ambiental mediante el uso creativo de residuos. El cabello utilizado proviene de acuerdos con 350 salones y 10 peluquerías caninas en todo Chile, siendo aproximadamente un 2% del material recolectado de origen animal.

Otros productos desarrollados por la fundación incluyen un fertilizante líquido a base de cabello reciclado y un absorbente que ayuda a recuperar aceites, metales y contaminantes del agua.

Innovación con impacto regional

En un país donde la sequía amenaza la seguridad alimentaria y la producción agrícola, estas iniciativas son un ejemplo de cómo la innovación local puede ofrecer soluciones replicables en otras regiones del mundo. Las esteras de cabello no solo reducen el desperdicio de residuos humanos y caninos, sino que también aportan a la resiliencia hídrica en comunidades vulnerables.

Con el cambio climático intensificando las olas de calor y prolongando los periodos de sequía, soluciones como estas podrían ser clave para la adaptación de la agricultura en escenarios extremos.