Uno de los grandes retos que enfrentan los organismos operadores de agua y saneamiento del país es las tarifas que en la mayoría de los casos no les permiten hacer frente a los planes de inversión que conlleva la gestión hídrica, coincidieron los participantes del panel ‘Gestión Financiera del Agua: experiencias, soluciones y expectativas’ en el marco del Beyond Water 2023.
Moderado por el presidente de la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México A.C. (ANEAS), José Lara Lona, quien dijo que este tema es el común denominador entre los organismos, los invitados se refirieron a la necesidad de contar con un esquema de estructuración de las tarifas para tener recursos, invertir e implementar planes de gestión hídrica.
En este sentido, Juan Ignacio Barragán Villareal, director general de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, dijo que a través de la inversión es que se podrán generar estrategias para enfrentar periodos de sequía prolongada.
Detalló que en la capital de Nuevo León cuentan con un esquema, que está en la ley, que les permite incrementar las tarifas cada mes y donde es un Consejo de Administración el ente que las fija, considerando tres factores: la inflación, las tarifas eléctricas y el componente salarial del personal de la empresa.
Durante su intervención, Antonio García Carreño, director general adjunto de Financiamiento y Asistencia Técnica a Gobiernos de Banobras, expuso que las tarifas son un tema “políticamente sensible” y que no les permite a los organismos operadores contar con recursos para hacer una gestión óptima del agua.
Por ello, expuso que los sistemas tarifarios deben considerar un esquema que refleje el estrés hídrico de la zona, además de que debe prevalecer el interés público, un acceso universal al agua y saneamiento e ir bajando el subsidio, sin considerar solamente a la inflación.
“Hay que empezar un programa de inversión respaldado, ya sea por el Estado o por el municipio, y gradualmente llevar las tarifas al costo, lo que afectará al uno o a menos del uno por ciento de los consumidores. Con progresividad es que se puede empezar”, indicó.
Para Carlos Eduardo García González, gerente de Desarrollo de Negocios y Proyectos Estratégicos de Veolia México, la sostenibilidad financiera de los organismos operadores se puede alcanzar con la recuperación de las aguas residuales al convertirse en un ingreso para luego invertir, por ejemplo, en la modernización de infraestructura.
De ahí, que dijo que contar con un sistema de saneamiento permitirá que el agua tratada se pueda destinar a la industria y por ende, recuperar recursos. Sobre las tarifas, también se pronunció porque sean indexadas y que reflejen el costo de llevar agua potable a domicilios e industria. También dijo que la asociación de organismos operadores con la Iniciativa Privada ha permitido algunos casos de éxitos en el país, como el Acueducto Querétaro II, y la planta de tratamiento ‘El Tenorio’ en San Luis Potosí.
También David Bronzwaig Kravzov, gerente interino de Agua y Finanzas Verdes del World Resources Institute, comentó que el proceso de tarificación debe considerar los costos reales y no sólo la inflación.
Asimismo, pidió no olvidar los aspectos medioambientales y sociales, pues para que haya finanzas sanas se requiere de un medio ambiente sano. De esta forma, propuso que se impulsen soluciones que integren a la naturaleza en la gestión del agua, con lo que, por ejemplo, habría un menor tratamiento de aguas residuales, pues el propio medio ambiente ayudaría en esta tarea.
“Cuando hablamos de la recarga de las cuencas y acuíferos sabemos que la cobertura vegetal y la materia orgánica conlleva a un menor requerimiento de tratamiento para potabilización del agua. Entonces usamos la naturaleza para hacer procesos de gestión del agua y obtenemos dos tipos de beneficios: gestión hídrica y por otra parte podemos hablar de capturas de emisiones de carbono. Y hasta podemos hablar de una parte recreativa para la sociedad”, explicó.