Skip to main content

La juventud a la vanguardia de la gestión del agua. Durante la Semana Mundial del Agua (World Water Week) en Estocolmo, se llevó a cabo la ceremonia del Stockholm Junior Water Prize 2025, conocido como el “Premio Nobel Juvenil del Agua”.

Este año, el galardón principal fue entregado a los estudiantes alemanes Niklas Ruf y Jana Spiller, quienes desarrollaron un “sistema escalable de alerta temprana para inundaciones en arroyos y ríos pequeños”.

El premio fue entregado por la Princesa Heredera Victoria de Suecia, durante una ceremonia realizada en el Ayuntamiento de Estocolmo.

México presente 

En representación de México, los estudiantes Máximo Estrella y Pablo Olivares, del Centro de Enseñanza Técnica Industrial (CETI) en Tonalá, Jalisco, presentaron un dispositivo innovador para tratar y reutilizar el nejayote, que es el agua residual de la nixtamalización del maíz utilizada en la producción de tortillas.

El prototipo, accesible y de bajo costo, permite ahorrar hasta 10 mil litros de agua por tortillería al año, reducir contaminantes y enriquecer las tortillas con calcio, fibra y proteínas al reincorporar sólidos al proceso. Además, puede funcionar sin electricidad y adaptarse fácilmente a diferentes establecimientos.

Los estudiantes también propusieron un distintivo ambiental para identificar a los productores que adopten la tecnología, fomentando prácticas sostenibles en uno de los sectores más emblemáticos de la cultura mexicana.

La participación de Máximo y Pablo se suma al éxito alcanzado en 2024 por las jóvenes oaxaqueñas Shanni Valeria Mora Fajardo y Rosa Mendoza Sosa, quienes recibieron el Diploma de Excelencia en el mismo certamen por un filtro casero para reutilizar el agua entintada en el teñido de hilos en Teotitlán del Valle, Oaxaca.

Ese proyecto no sólo propuso una alternativa práctica para reducir la contaminación, sino que también unió innovación con preservación cultural, demostrando cómo las juventudes mexicanas aportan soluciones locales con impacto global.

Una solución frente a inundaciones cada vez más frecuentes

Ruf y Spiller trabajaron durante cuatro años en la creación de una red de sensores conectados a una aplicación móvil que emite alertas en tiempo real tanto a autoridades como a la población. Su innovación busca responder a un desafío urgente: la falta de datos en corrientes menores, donde las inundaciones han aumentado en frecuencia e intensidad.

El jurado destacó que el proyecto “aborda un reto crítico que enfrentamos a nivel mundial: inundaciones más frecuentes y severas. Los estudiantes no sólo construyeron un sistema funcional con una app que notifica a expertos y al público, sino que ya están trabajando en escalarlo en su región con múltiples aliados”.

Visiblemente emocionados, los ganadores reconocieron la calidad de todos los proyectos participantes. “No lo esperaba en absoluto. Había propuestas realmente buenas y pensé que solo veníamos a disfrutar la experiencia”, confesó Niklas Ruf. Por su parte, Jana Spiller dijo que “cada proyecto fue increíble, incluso aquellos en áreas como química o biología que no comprendía del todo, pero que me parecieron impresionantes. Por eso fue una gran sorpresa para nosotros ganar”.

Turquía obtiene Diploma de Excelencia

El galardón fue para Kagan Mehmet Ozkok, por el diseño de un sistema basado en inteligencia artificial capaz de identificar fugas de agua a partir de su sonido. Con dos prototipos ya probados en espacios públicos, el proyecto mostró un ahorro significativo de agua y se encuentra en proceso de ampliación en colaboración con gobiernos locales.

El jurado destacó que la propuesta “une datos, inteligencia artificial y acción en un enfoque práctico para combatir la pérdida de agua en ciudades”.

Reino Unido se lleva el ‘People’s Choice Award

El público global votó para reconocer a Divyasri Kothapalli, quien desarrolló un sistema de destilación solar de agua de bajo costo. Su prototipo utiliza una lente Fresnel —llamada así por su inventor, el físico francés Augustin-Jean Fresnel—, un diseño óptico que permite fabricar lentes de gran apertura y corta distancia focal sin el peso y volumen de una lente convencional, para concentrar rayos solares sobre un recipiente metálico, generando vapor que se condensa en agua limpia.

La iniciativa mostró resultados consistentes incluso en climas moderados, lo que demuestra su potencial para comunidades rurales y fuera de la red eléctrica.