El Grupo de Trabajo de Educación y Cultura del Agua del PHI UNESCO, en colaboración con UNESCO México y la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento (ANEAS), organizó el webinar “Proyectos y Obras del Desagüe de México en el siglo XIX”. Impartido por la historiadora María Guadalupe Lozada León, el evento ofreció una profunda exploración sobre los proyectos de desagüe en la Ciudad de México, remontándose a la época prehispánica y destacando la evolución de estas obras hasta el siglo XIX.
Durante su ponencia, Lozada León explicó que la problemática hídrica de México no es reciente, pues data desde la fundación de Tenochtitlán en 1525. La ciudad fue establecida sobre una serie de cinco lagos conectados, de los cuales Texcoco era el más grande, seguido de los lagos de Xochimilco, Chalco, Zumpango y Xaltocan.
Explicó que este sistema lacustre ha sido determinante en la historia de México, pues, desde tiempos prehispánicos, las inundaciones recurrentes impulsaron la creación de obras hídricas avanzadas. En este sentido, comentó que la visión actual suele reducir la imagen de la Ciudad de México a un solo lago, cuando en realidad la ciudad era una compleja red de cinco cuerpos de agua interconectados, rodeados de islotes y penínsulas que formaban un paisaje único.
Ahora, dijo, luego de que “se propuso desaguar los lagos con una salida artificial al exterior de la cuenca, lo que desafortunadamente ha seguido sucediendo en los últimos 500 años. Y no se nos puede olvidar que el agua tiene memoria, por eso cuando las lluvias vienen muy fuertes, vienen las inundaciones, además de que no la puede sacar, porque no tiene suficiente drenaje para sacarla”, comentó.
Entre los logros más importantes de la época prehispánica, contó la historiadora, estuvo el albarradón de Nezahualcóyotl, un sistema de diques y acueductos creado a mediados del siglo XV. Este dique, atribuido al poeta e ingeniero mexica Nezahualcóyotl, se diseñó para proteger a Tenochtitlán de las constantes inundaciones al contener las aguas del lago de Texcoco. Lozada León señaló que esta obra, además de ser un avance en ingeniería hidráulica, revelaba el profundo entendimiento de los mexicas sobre los flujos hídricos de la cuenca.
Durante el webinar también se destacó la gestión del agua en tiempos de la Colonia. Según Lozada León, en esa época, las autoridades españolas no dieron continuidad al sistema de acueductos y diques de los mexicas, lo que contribuyó a que la Ciudad de México experimentara inundaciones severas. Fue hasta el siglo XIX cuando comenzaron los primeros proyectos de desagüe, cuyos objetivos fueron reducir las crecidas y mejorar el acceso al agua. Sin embargo, estos proyectos también resultaron complejos y costosos debido a la topografía del antiguo lago.
Así, recorrió la historia de nuestro país para citar a los presidentes que siguieron realizando las obras que permitieran secar el Lago de Texcoco. De esta forma, en 1910 termina todo el proyecto de desagüe, drenaje y alcantarillado, además de agua limpia que llegaba de Xochimilco; fue cuando empezó todo el sistema hidráulico para que todas las casas tuvieran una llave. Destacó que durante el gobierno de Porfirio Diaz se concluyó este proyecto que fue ampliado en los años venideros, hasta que en los 60 ‘s está en ampliación es permanente ante el crecimiento de la ciudad de México.
“El gran drenaje profundo se basa en las obras originales de Enrico Martínez de 1607”, comentó.
Asimismo y durante su exposición la historiadora compartió mapas y diagramas históricos que permitieron a los participantes visualizar la evolución de estas obras, destacando la importancia de reconocer los antecedentes prehispánicos y coloniales para comprender los proyectos de infraestructura hídrica actuales.
Este webinar es parte de las actividades organizadas por el Grupo de Trabajo de Educación y Cultura del Agua del PHI UNESCO, con el objetivo de fortalecer el conocimiento sobre los recursos hídricos en México y fomentar una gestión integral y sostenible del agua en el país.