Una de las propuestas ante el estrés hídrico que vive nuestro país, es la captación de agua de lluvia. Por ello, la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México (ANEAS), junto con Neta Cero, organizaron el webinar ‘Desafío Hídrico en México: Soluciones innovadoras para la captación de agua en comunidades’.
Yoselin Becerril, líder de Neta Cero, explicó que a través de estos sistemas, que han instalado mayormente en comunidades de Oaxaca y en la Ciudad de México, a través del programa ‘Cosecha de lluvia’ de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), permiten captar, en sistemas rurales, entre 1.5 y dos litros de agua por metro cuadrado de techo, mientras que en los urbanos es un litro de agua por metro cuadrado de techo
Tras cosechar el agua de lluvia, detalló, se almacena y se aplica un tratamiento, de acuerdo a su uso final, y que va desde un clorador, un filtro suavizador o tren de filtrado.
“¿Por qué decidimos que era importante la idea de la cosecha de lluvia? Porque es hacer más accesible el agua, agregar capas de disponibilidad”, indicó la maestra en ciencias.
Asimismo, señaló que nuestro país tiene un reto ante la gestión hídrica que está viviendo y que implica la falta de cumplimiento al acceso al agua, como derecho fundamental.
Además, hay un problema de dimensión ambiental, porque el ecosistema no se da abasto para reponer pérdidas; aunado a ello, está la crisis de gestión y operativa que enfrentan los organismos operadores porque no cubren la demanda y hay problemas para la recaudación y cobro del servicio.
De esta forma, estos sistemas también permiten inyectar agua a las fuentes existentes y es ahí “donde la cosecha de lluvias juega un papel crucial ante la crisis hídrica”, porque resta demanda de agua para los diferentes usos.
Entre sus ventajas es que es renovable, no está sujeta a la escasez y provee agua a largo plazo si se consiguen grandes volúmenes de almacenamiento. Incluso en grandes ciudades, como la capital del país y Guadalajara, ayuda a reducir la demanda del agua potable de la red, bajando su dependencia y propicia que los mantos acuíferos se recarguen.
Y para la instalación de estos sistemas, el arquitecto Guillermo Treviño Jáuregui explicó que se apoyan en una “calculadora para el aprovechamiento de lluvia”, que considera el promedio de precipitación en la zona donde se quiere cosechar agua. Además, hay que agregar datos como el número de personas que usarían el agua, cuántos litros, el tipo de consumo, la superficie para captarla y almacenarla.