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Patricia Hernández, directora general de la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México (ANEAS), destacó cómo la relación entre el agua y la energía representa un desafío clave en el contexto urbano. 

“Cada vez que abrimos una llave o encendemos la luz, estamos conectados a sistemas complejos que permiten que recursos vitales como el agua y la energía lleguen a nuestros hogares”, dijo durante su participación  en el Panel 1, titulado “Agua y Energía en las ciudades” del 5to Congreso Internacional “Ciudades + Humanas” 2024, un evento impulsado por el Observatorio Ciudadano Cómo Vamos La Paz.

Asimismo, la directora de ANEAS se refirió a los Desafíos de la gestión urbana del agua y la energía en la que, dijo, el crecimiento acelerado de las ciudades y el cambio climático están generando una presión significativa sobre los sistemas hídricos urbanos. 

“La demanda de agua sigue en aumento”, advirtió, mientras la infraestructura que la soporta enfrenta problemas de envejecimiento, aumentando los costos energéticos y financieros. Bombear y tratar el agua para distribuirla en las ciudades requiere de un alto consumo de energía, lo que plantea un reto financiero y ambiental para los organismos operadores.

Desde ANEAS, agregó, se promueve un enfoque integral para abordar estas dificultades mediante la capacitación de los organismos operadores de agua y el desarrollo de mejores prácticas. Estas medidas buscan no solo optimizar la eficiencia de las operaciones, sino también adaptar el sistema hídrico urbano a los desafíos del cambio climático y la urbanización. 

“A través de programas de capacitación y el desarrollo de mejores prácticas, trabajamos para fortalecer a estos organismos y dotarlos de herramientas que mejoren su eficiencia”.

Asimismo, indicó que el manejo del agua no debe recaer exclusivamente en las instituciones, sino que la sociedad tiene un papel fundamental. La gestión comunitaria, un enfoque adoptado en diversas regiones de México, ha demostrado ser eficaz para involucrar a los ciudadanos en la administración de los recursos hídricos. 

“Cuando las comunidades entienden el valor del agua y participan en su gestión, se promueve una mayor conciencia y corresponsabilidad”, afirmó. Este modelo ayuda a reducir pérdidas, mejorar el mantenimiento de la infraestructura y, en última instancia, fortalecer las capacidades locales.

Otro de los temas abordados fue la regeneración de recursos y las soluciones basadas en la naturaleza, un enfoque que propone recuperar fuentes naturales y reutilizar el agua en actividades que no requieren agua potable, como el riego de parques y áreas verdes. 

En este sentido, Hernández explicó que este tipo de prácticas permite reducir la presión sobre las fuentes de agua potable y disminuir los costos energéticos asociados con el transporte y tratamiento del agua. “La reutilización minimiza el transporte y el tratamiento del agua, aliviando la presión sobre nuestras fuentes de agua potable y reduciendo los costos de energía”, dijo.

Asimismo comentó que en ANEAS, promover una cultura hídrica es uno de los pilares para asegurar el uso responsable y sostenible del agua. “La cultura hídrica que promovemos busca generar conciencia en la población sobre la importancia de hacer un uso responsable del agua”. Además de moderar el uso personal del agua, esta cultura implica acciones como reportar fugas y apoyar el saneamiento urbano, contribuyendo así a un entorno urbano más limpio y seguro.

Para enfrentar los retos que presenta la gestión del agua y la energía, Hernández enfatizó la importancia de la adopción de tecnologías innovadoras y alianzas con organizaciones sociales. “Con una colaboración eficaz entre organismos operadores, ciudadanías y gobierno, podemos construir ciudades más resilientes y sostenibles, donde el acceso al agua sea un derecho garantizado y cada acción contribuya a un entorno más seguro y equitativo”, concluyó.

El 5to Congreso Internacional “Ciudades + Humanas” 202 busca fomentar prácticas urbanas sostenibles y mejorar la conexión entre las comunidades y su entorno natural. Este año, la conservación y el manejo responsable del agua fueron los temas centrales, una prioridad para la región y para México en su conjunto.