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AGUAS CÁLIDAS HICIERON DE OTIS ‘UN FENÓMENO METEOROLÓGICO ÚNICO’: EXPERTO DE LA UNAM

‘Otis’ cuando estaba en aguas no muy cálidas era una tormenta tropical y se intensificó cuando se desplazó sobre el Pacífico ecuatorial, con aguas muy cálidas, por lo que ganó fuerza y se convirtió en “un fenómeno meteorológico único”, sostuvo el investigador titular en el Departamento de Ciencias Atmosféricas en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, Benjamín Martínez López.


Asimismo, dijo que el huracán en cuestión de horas –entre 12 y 13– alcanzó la categoría 5 y “eso significó pasar de vientos del orden de 100 kilómetros por hora (kph) a otros por arriba de 260 kph”.


Con ello, dijo a Gaceta UNAM, rompió “ todos los récords. Este huracán se constituye, hasta donde los registros lo indican, como el primero de categoría 5 que impacta las costas del Pacífico mexicano”.


Asimismo advirtió que este fenómeno podría repetirse porque la temperatura del mar está aumentando y “al menos en los próximos años estamos en una tendencia al incremento. Podemos esperar que haya más olas de calor en los océanos, que se almacene más energía, y el ingrediente de las temperaturas muy altas está ahí, lo cual favorece la intensificación de los huracanes. Sobre todo los de categoría tres y cuatro, que pasen a una mayor.”


Sin embargo, matizó, el hecho de que se intensificara tanto lo presenta como un evento único, por lo que dijo que hay que esperar si comienzan a aparecer el próximo año o dentro de dos, y “cuando pasen varios años podríamos tener más certeza para decir: cuidado, porque podría llegar de manera más frecuente”.


‘Otis’ golpeó las costas de Guerrero el pasado 24 de octubre, en particular al polo turístico de Acapulco, causando incuantificables daños materiales, además de 46 muertos y 58 desaparecidos.


Los modelos meteorológicos del 22 de octubre decían que ‘Otis’ era una tormenta tropical y no había características de que se intensificara rápidamente; incluso la mañana del martes se mantenía el mismo pronóstico, sin embargo 12 horas después, tocó tierra en Acapulco como huracán categoría 5 en la escala Saffir - Simpson.


Cabe señalar que el pronóstico para ‘Otis’ el pasado 22 de octubre era que se trataba de una tormenta tropical, sin alguna característica que pudiera anunciar su rápida intensificación.


Todavía el martes por la mañana se mantenía la misma predicción, pero 12 horas después, cuando Otis tocó tierra en el puerto de Acapulco, se había convertido en un huracán de categoría 5, dejando a su paso cerca de 30 víctimas mortales y miles de damnificados en la zona.


La rápida intensificación de ‘Otis’, de acuerdo con la Universidad de Colorado, es la más rápida registrada en el Pacífico norte, desde 1966, y rompió el récord de 120 kph/ 12 horas que estableció Patricia en 2015.


De acuerdo con el investigador universitario la intensificación de ‘Otis’ es “algo único” y que achaca a la energía almacenada frente a las costas de Michoacán y Guerrero. “Es un reservorio increíble que con toda seguridad contribuyó a esa aceleración, a la magnificación de este fenómeno. Realmente la velocidad con la cual pasó de tormenta tropical a huracán 5 es algo inédito.”


Sobre los pronósticos que no detectaron su rápida evolución, Martínez López dijo que se tiene que detectar la falla para evitar una tragedia similar.


“Algo importante de este huracán es que todos los sistemas de pronóstico fallaron, y hay que clarificar qué sucedió. Hacer todo lo humanamente posible para que no vuelva a pasar. El hecho de que todos fracasaran es relevante; si hubiera sucedido sólo en México hablaríamos de un error local, pero fallaron todos. Aquí el punto es encontrar la falla, ¿fue en las temperaturas del mar que se le tienen que dar al modelo? ¿O el defecto estuvo en la condición inicial que implica conocer el estado de la atmósfera?”, indicó.


Además, explicó que se cuenta con mayor información del Atlántico porque “a Estados Unidos lo que le interesa es pronosticar muy bien los huracanes del Atlántico y el mar Caribe, porque son los que les afectan. En cambio los del Pacífico nos dañan a nosotros”.


De ahí que consideró que se debe monitorear de la misma forma al Pacífico, así como realizar más vuelos rutinarios cuando hay perturbaciones que se puedan intensificar.


“Todo eso cuesta dinero, y el gobierno mexicano debe incrementar su colaboración con el estadounidense, sobre todo considerando que los huracanes constituyen una amenaza a la seguridad nacional”, concluyó.


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